Hay veces en las que nos sumergimos por completo en un proyecto y desaparecemos del mapa.

Últimamente he publicado poco en el blog y la principal razón es un proyecto que quiero compartir contigo. No, descuida, no vengo a vendértelo.

En lugar de eso, hoy quiero compartir todo lo que he aprendido durante los últimos 4 años al trabajar en Vendomia. Ha sido sin duda alguna mi proyecto más ambicioso, y me he cargado de experiencia trabajando día tras día en él.

Así que si quieres montar tu propio proyecto online algún día, sigue leyendo.

Vendomia, un software inmobiliario

Durante estos últimos 4 años, he estado trabajando a fondo en Vendomia—un software inmobiliario que hace la vida más fácil a las agencias inmobiliarias en España.

Mi principal objetivo con el proyecto Vendomia era crear una herramienta que le sirva a cualquier agencia inmobiliaria a vender más con menos esfuerzo. Y en cierto modo lo hemos conseguido; tiene un montón de funcionalidades bastante chulas:

  • Gestión del catálogo de propiedades
  • Impresión de los carteles para el escaparate
  • Publicación automática a Idealista y otros portales inmobiliarios
  • Creación de una página web inmobiliaria que carga en menos de un segundo

…y la lista sigue. Modestia aparte, el trabajo ha sido monumental y el resultado es una herramienta que hace un magnífico trabajo ayudando a una agencia inmobiliaria en España.

Pero en general, para mí Vendomia ha sido un éxito y un fracaso a partes iguales.

Primero que nada, ha sido un éxito porque todo lo aprendido con Vendomia posee un valor incalculable. He encontrado muchos problemas a los que les he buscado solución. He tenido la oportunidad de trabajar con un gran equipo de personas y colaborar en grupo. Y también he podido crear un software increíble que funciona y soluciona un problema real.

Pero también considero que he tenido muchos fracasos por el camino: el proyecto no ha llegado al nivel que yo quería, y en lugar de ser un éxito por todo lo alto ha sido algo más bien modesto.

Lecciones aprendidas creando una startup SaaS

Vendomia es un SaaS– es decir, un software ofrecido como servicio. Cualquiera puede registrarse en la herramienta, y utilizar toda su funcionalidad a cambio de una cuota mensual.

Puede parecer simple, pero llevar un proyecto de este tipo es más complicado de lo que parece. No sólo tienes que trabajar el producto para que sea mejor cada día, sino también hay que hacer marketing, dar soporte a tus clientes, facturar y mucho más. En la práctica, siempre hay cosas por hacer.

A lo largo de estos 4 años de proyecto, he ido aprendiendo muchas lecciones valiosísimas. Y vengo aquí a compartirlas contigo:

Lección #1: Hace falta dedicación y persistencia

La primera lección es que para conseguir resultados necesitas tener una dedicación completa a tu proyecto. No es lo mismo poner toda tu atención en un único proyecto día tras día que hacer malabarismos con varias cosas al mismo tiempo.

Si divides tu atención en dos cosas diferentes al 50%, cada una sólo recibe el 25%.

En muchos casos eso quiere decir dejar de lado otros proyectos– en mi caso, vendí CPOThemes (mi tienda de temas WordPress), y dejé de trabajar en proyectos de cliente para centrarme al 100%. Todo o nada.

Y durante el tiempo que estuve trabajando únicamente en Vendomia, los resultados se notaban. Estar enfocado al 100% de una forma consistente te ayuda a resolver problemas mucho más rápido, y además trabajarás con menos estrés. El simple hecho de tener sólo un proyecto entre manos hace que todo sea más llevadero.

Pero además de tener dedicación, también hace falta ser persistente. El proyecto de Vendomia tardó bastante en tener una buena base de clientes y generar una facturación estable– y en muchos casos, hay que asumir un riesgo importante para triunfar.

Lección #2: Investiga bien el mercado en el que te metes

Un error que comete mucha gente es lanzarse a la piscina, sin mirar primero si está llena o vacía. Desde fuera puede parecer fácil, pero una vez que empiezas a promocionar tu proyecto te das cuenta de lo realmente duro que es.

Durante el camino te encontrarás muchos obstáculos. Puede que tus clientes potenciales desconfíen de lo que ofreces. Es posible que haya un competidor que tiene un as bajo la manga. O puede que simplemente sea cuestión de invertir un dinero que no tienes.

En mi caso, nos encontramos con que usar Vendomia era un gran esfuerzo para muchas agencias inmobiliarias. Ofrecer un CRM supone cambiar tu forma de trabajar, y para muchas empresas esto es un obstáculo importante.

Lección #3: El marketing online no lo es todo

Otra lección bastante importante que me he llevado es que a veces hay que salir del mundo online. A veces, el marketing digital no basta y hay que hacer uso de otros canales.

Sí, me has oído bien.

La gente como Jose FacchinMiguel Florido defienden siempre el potencial que tiene vender tu negocio a través de Internet. Yo también lo hago– la red abre muchas puertas sin necesidad de invertir mucho en marketing.

Pero con Vendomia me he dado cuenta de que eso no siempre es cierto. A veces, el marketing online no es lo mejor.

Al promocionar nuestra herramienta inmobiliaria, intentamos seguir la fórmula habitual:

  • Utilizar las redes sociales
  • Escribir en el blog
  • Contactar a través de Internet

Pero el problema que nos encontramos es que el sector inmobiliario aún no entiende lo suficiente de Internet. Puede que un particular busque en Internet para encontrar casa, pero las agencias inmobiliarias no hacen lo mismo para buscar software. Simplemente no era rentable trabajar con el marketing digital—en lugar de eso, tuvimos que hacerlo todo a la antigua:

  • Realizar llamadas en frío/caliente
  • Atender eventos del sector
  • Realizar demos y visitas a casa del cliente

Al final, el utilizar un equipo comercial y llamar todos los días funcionaba mejor que hacer SEO.

Lección #4: Haz una sola cosa, y hazla bien

Uno de los grandes errores que cometí fue el intento de abarcarlo todo. Como ya he dicho antes, Vendomia hace muchas cosas diferentes para una inmobiliaria—desde gestionar los contactos e inmuebles, hasta imprimir la cartelería de la oficina. Incluso llegamos a ofrecer hosting de cuentas de correo.

El problema de hacer tantas cosas a la vez es que después resulta más difícil ser el mejor en todo. Es más sencillo elegir unas pocas funcionalidades, y trabajarlas para que sean mucho mejores que la competencia.

De esto me di cuenta bastante temprano, pero deshacer algo que ya tienes montado es complicado. Por eso hemos ido quitando algunas cosas (como el ya mencionado hosting de correo) con tal de simplificar el servicio y ahorrar costes.

Lección #5: Automatiza y escala todo lo que puedas

Una importante lección que sí que me he llevado es el poder de la automatización—es decir, que las cosas se hagan solas y sin un ser humano de por medio.

En Vendomia llegamos a ser un equipo de 4 personas, pero aún así había bastantes cosas que hacer todos los días. Para que te hagas una idea, estas son algunas de las tareas que surgían en una mañana normal:

  • Responder a incidencias de clientes
  • Revisar el funcionamiento de la aplicación
  • Hacer demos a clientes potenciales
  • Resolver más dudas
  • Contestar a llamadas
  • Controlar la facturación
  • Dar de alta cuentas nuevas
  • Resolver aún más dudas

Como puedes ver, hay mucha interacción con el cliente. Una de las cosas que nos ocurría era la cantidad de llamadas y peticiones de ayuda de los clientes. A veces era una contraseña del correo, otras veces eran dudas de cómo usar la aplicación. Todo eso lo conseguimos controlar creando una buena base de conocimiento—y no tener que resolver la misma duda dos veces seguidas.

Otro detalle es la facturación; puesto que Vendomia es un SaaS (software de suscripción), hay que hacer muchas facturas. Muchas.

Al principio estábamos creando las facturas a mano, pero llegó un momento en que la carga de trabajo era tal que estábamos facturando todo el día. Y después comprobar cada cobro correspondiente en la cuenta del banco.

En un software de suscripción con el mismo precio para cada cliente, es una locura.

La solución fue automatizarlo todo. En lugar de hacerlas a mano, montamos un sistema de suscripciones que generaba las facturas de forma automática, sin tocar una sola tecla. Sólo teníamos que crear la suscripción para el cliente cuando se daba de alta, y el sistema hacía el resto.

Lo mismo hicimos con el cobro—en lugar de recibir transferencias, pasamos a utilizar GoCardless para cobrar mediante domiciliación bancaria (no utilizamos Stripe para cobrar por tarjeta debido a que las cuentas IBAN no caducan).

Lección #6: Elige a los socios correctos

Con Vendomia me llevo muchas lecciones, pero la más importante de todas es esta: Elige bien con quién te juntas antes de comenzar un proyecto profesional.

Cuando emprendes un proyecto con socios, lo normal es que unos aporten más que otros. Es muy difícil que el valor que genera cada socio sea a partes exactamente iguales. Hasta aquí, todo bien.

El problema llega cuando un socio aporta unos resultados mucho mayores que el trabajo de todos los demás. O lo que es lo mismo—no se puede tener un socio que no está generando valor.

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos con Vendomia fue este desequilibrio. Mientras que algunos estábamos trabajando a tiempo completo (más de 10 horas algunos días), otros no tenían tiempo para dedicarle. Y esto a la larga se nota.

No voy a entrar en detalles, pero la lección principal es que hay que saber escoger a tus socios antes incluso de mover un dedo. Cuando vayas a comenzar un proyecto, dedícate a investigar a fondo quiénes son tus compañeros de equipo, y cuánto se pueden comprometer.

Y por supuesto, firma un contrato con ellos que te proteja a ti y a todos.

Crear un proyecto rentable no es tarea fácil

Montar Vendomia no ha sido nada fácil. Como SaaS, el proyecto tiene muchas partes que tenemos que controlar– crear un producto atractivo para tus clientes, facturar y cobrar de forma estable, dar soporte a tus clientes existentes… o incluso encontrar el precio correcto al cual venderlo. La lista es larga.

Pero como todo en la vida, se aprende poco a poco. Las lecciones que me ha dado este proyecto las he descubierto poco a poco, y sin duda las aplicaré al siguiente software que construya.

¿Te has lanzado con algún proyecto y has tenido éxito? ¿Has fracasado? ¿Ambos? Comparte tu opinión.